México, 17 dic (PL) Con el inicio de las precampañas los mexicanos estará sometidos al bombardeo de casi 60 millones de promocionales con vistas a las elecciones federales del 1 de julio de 2018, cuando se elegirá al presidente de la República.
Será un periodo de saturación de mensajes mediante un esquema que, según expertos, avasalla al ciudadano por las 497 mil 760 horas de transmisiones que programará el Instituto Nacional Electoral (INE).
La propaganda electoral ha tenido un crecimiento exponencial. En 2006 los partidos compraron unos 700 mil espacios y ahora tendrán acceso a 41 millones de mensajes a pesar de que los comicios que inician están regulados por el INE con el propósito de buscar equidad entre los partidos políticos y reducir el costo de la campaña.
El modelo de comunicación política que se derivó de la reforma de 2007 demostró que se impusieron las reglas del código de comunicación de la publitelevisión sobre las reglas de la política humana que demanda la sociedad, señala un estudio del investigador Javier Esteinou.
César Astudillo, investigador y director de la Revista Mexicana de Derecho Electoral, admite que hay una saturación de promocionales, lo cual crea rechazo en el público hacia los candidatos y las organizaciones políticas.
Un análisis del Grupo Delphos sobre el esquema advierte de una exposición tres mil por ciento superior de cada partido a cualquier marca comercial, lo que anula la eficacia como esquema propagandístico.